La Inteligencia Artificial (en español IA, pero ya conocida por la mayoría con la sigla inglesa AI) está revolucionando el mundo de la música, desde la creación hasta la distribución de las obras musicales. Sin embargo, esta transformación plantea importantes cuestiones relativas a los derechos de autor y la gestión de las obras creadas por la IA. En este artículo, exploraremos el papel de las sociedades de gestión colectiva en el apoyo a artistas y autores y las soluciones propuestas hasta ahora para afrontar estos desafíos.
La Innovación de la IA en la Música
La IA ha abierto nuevos caminos en la producción musical, permitiendo la creación de canciones originales y adaptaciones musicales a diversas emociones y estilos. Esta fusión de música y tecnología ha generado una amplia gama de experiencias musicales, desde remixes generados por IA hasta bandas sonoras personalizadas. MoosBox es un ejemplo de servicio que apoya a los artistas en este nuevo escenario, estableciendo relaciones contractuales directas, garantizando una justa remuneración por las obras utilizadas y respetando los derechos de autor.
El Desafío de los Derechos de Autor en la era de la IA: la propuesta de ASCAP y Sacem
La música generada por la IA plantea cuestiones complejas sobre los derechos de autor: ¿quién es el autor de una música creada por un algoritmo? ¿El propio algoritmo, el programador o el usuario? ¿Y la música es lo suficientemente original como para ser protegida por derechos de autor?
Estas preguntas están en el centro del debate entre varios actores del sector musical, incluidas las sociedades de gestión colectiva, que todavía no tienen una respuesta unívoca y definitiva. Por ejemplo, la American Society of Composers, Authors and Publishers (ASCAP), una de las principales entidades de gestión del mercado estadounidense, ha propuesto que sean los autores quienes decidan si poner a disposición o no sus obras para los procesos de minería de datos, es decir, si permitirlas o no como «materia de estudio» para la tecnología IA.
Una solución similar fue propuesta, a principios de octubre de 2023, por la Société des auteurs, compositeurs et éditeurs de musique (Sacem), la principal sociedad de gestión colectiva francesa.
La idea fundamental es garantizar el consentimiento y la remuneración de los titulares de derechos sobre las obras protegidas por derechos de autor que se utilizan para la formación de la inteligencia artificial generativa, es decir, la que produce nuevas obras a partir de las existentes. Se trata de una solución que busca preservar los medios de vida de los creadores y fomentar el desarrollo de un mercado regulado y legítimo para el uso de los derechos de autor en la inteligencia artificial generativa.
Las Críticas a las Licencias Obligatorias
El enfoque voluntario de ASCAP pone el control en manos de los creadores, respetando su derecho a reservarse (opt-out) y se opone firmemente a las licencias obligatorias en el sector musical, afirmando que pueden llevar a vulnerabilidades y desequilibrios, perjudicando a los artistas musicales y causando retrasos en los pagos.
Este es un punto de vista importante, ya que la compensación justa es fundamental para los artistas y compositores.
El Papel de la Oficina de Copyright
Otro aspecto fundamental de la propuesta de ASCAP es el papel de la Oficina de Copyright. La organización sostiene que la Oficina de Copyright debería desempeñar un papel esencial en el desarrollo de un mercado regulado para el uso de derechos de autor en la IA generativa.
Este papel implica aclarar a las plataformas de IA la importancia del consentimiento de los titulares de derechos sobre las obras protegidas por derechos de autor utilizadas para la minería de datos. Esta claridad es esencial para garantizar que se respeten las leyes de derechos de autor y que los artistas sean justamente remunerados.
El Parlamento Europeo aprueba una Ley sobre la IA
En marzo de 2024, el Parlamento Europeo aprobó una Ley para regular el uso de la inteligencia artificial, también en la música, con 523 votos a favor. La normativa protege los derechos de los artistas, prohíbe el uso no autorizado de la IA e impone obligaciones de transparencia sobre los sistemas de IA utilizados para la creación musical, requiriendo evaluaciones de riesgos y supervisión humana.
Los artistas tendrán el derecho de presentar reclamaciones y recibir explicaciones sobre el uso de la IA en sus obras. Se prohíben algunas de sus aplicaciones como el uso de sistemas de IA para crear obras musicales sin consentimiento, extraer muestras de audio sin autorización o manipular las emociones del público durante los conciertos mediante la IA.
La Ley entrará en vigor progresivamente en un plazo de 36 meses, promoviendo un equilibrio entre tecnología y creatividad musical.
El Contexto del ELVIS Act
Otro paso significativo hacia la regulación de la IA en la música está representado por el ELVIS Act, acrónimo de «Ensuring Likeness Voice and Image Security», que entrará en vigor en Tennessee el 1 de julio de 2024. Esta ley actualiza el Personal Rights Protection Act de 1984, extendiendo la protección también a la voz de los artistas, prohibiendo el uso no autorizado de sistemas de IA para crear obras falsas.
El ELVIS Act es una respuesta a la creciente preocupación por el uso no autorizado de las voces de los artistas, como lo demuestran casos de deep-fake musicales en plataformas como YouTube y TikTok. La ley prevé sanciones tanto civiles como penales por las violaciones, incluida la destrucción de los materiales producidos ilegalmente.
Conclusiones
La IA está abriendo nuevas perspectivas creativas en la música, pero es fundamental equilibrar la innovación tecnológica con la protección de los derechos de autor de los artistas. ASCAP, junto con otras organizaciones, está tratando de establecer directrices que garanticen que la IA generativa no comprometa los medios de vida de los autores y compositores. La Ley aprobada por el Parlamento Europeo y el ELVIS Act representan dos pasos importantes en esta dirección, ofreciendo un modelo de protección más específico para artistas y músicos.
Nos gusta concluir el artículo con la visión de vanguardia de Paolo Catalano, abogado en el campo de la propiedad intelectual, profesor del curso de Music Business en SAE Institute Milán y asesor de reconocidos artistas, autores y compositores, que en esta larga entrevista expresa su punto de vista sobre la cuestión: “El aspecto humano y la creatividad siempre serán fundamentales para dar vida a emociones e historias auténticas. La inteligencia artificial puede ser entendida como un socio estratégico valioso para todos los autores y compositores, puede ayudarlos a realizar plenamente su creatividad, incluso más que antes, pero nunca podrá delegarse totalmente la creación de verdaderas piezas musicales a ella”.
MoosBox es precisamente el ejemplo de cómo las plataformas y servicios musicales pueden apoyar a los artistas respetando los derechos de autor, promoviendo un mercado regulado y legítimo para el uso de la música en la era de la IA, pero manteniéndose al día con los tiempos.